martes, 31 de enero de 2012

"MITOLOGÍA Y LEYENDA"


"Las cualidades del caballo, al igual que las de otros animales domésticos, han impresionado la imaginación del hombre que las ha incorporado a su acervo de inagotable fantasía representativa.

Entre los griegos, tenemos el ejemplo de Pegaso o caballo alado, bellísima sublimación de la velocidad, la agilidad y la belleza, el cual, montado por Belerofonte, héroe corintio que dio muerte a la espantosa Quimera, pasó a servir a Zeus como conductor del carro de la Aurora, vehículo transporte de truenos y relámpagos. Esta sin par imagen del caballo es una de las más hermosas que ha proporcionado la mitología griega.

Del mismo Pegaso se dice que fue el padre de los centauros, híbridos de hombre y caballo. Armados de mazas y poseedores de una gran fuerza física lucharon, ferozmente, contra los lapitas, a los que atemorizaban con tremendos relinchos. La unión simbólica de ambas naturalezas, humana y equina, se presta a una interpretación antropomórfica de algunas de las cualidades del caballo, tales como la nobleza, la fidelidad, la valentía y la inteligencia. Las trasposiciones son, pues, explicables, y tales imágenes tienen, por supuesto, un gran valor filosófico-histórico. Es muy posible que la visión de los primeros hombres montados sobre caballos proporcionara una imagen fantástica a sus coetáneos, que trazaron su silueta "in mente", considerando a ambos como partes integrantes de un solo ser fabuloso y mítico.

El unicornio, dotado de un cuerno frontal, es otro ente mitológico. Se le ubicaba en la India y se atribuían efectos especiales al hecho de beber  en su cuerno, ya que proporcionaba inmunidad permanente al ser humano, y constituía un antídoto contra posibles envenenamientos.

Fabulosos son, asimismo, los cuatro caballos descritos en el Apocalipsis de San Juan y que simbolizan las fuerzas desatadas del mal, incorporado en los respectivos jinetes que portan sobre sus descarnados lomos: muerte, hambre, peste, guerra y destrucción total del mundo, en los días finales.

Abundan en todas las culturas representaciones más o menos legendarias e historiadas del caballo, blanco o negro, dotado de cualidades positivas o negativas, incorporado de una o otra manera al panteón mitológico particular de cada país.


No debemos olvidar al famoso caballo de Troya, ingenioso fruto de la artesanía humana y de la peculiar astucia de los ejércitos griegos. Cansados de sitiar Troya sin conseguir el acceso a la ciudad construyeron, por indicación de Ulises, un gigantesco caballo de madera, en cuyo interior se ocultaron numerosos guerreros. Cuando los troyanos advirtieron la presencia de aquel desmesurado animal a las puertas de la ciudad se apresuraron a introducirlo tras las murallas, como trofeo arrebatado al ejército enemigo. Contando con un cómplice en el interior del recinto, Sinón, que les facilitó la salida del caballo, los griegos abrieron las puertas, permitiendo, de esta manera, que sus compañeros ocuparan la codiciada plaza."

Fuente: "El Caballo, ayer y hoy", de José Manuel de la Prada, Ed. Plaza & Janés, 1972. Páginas: 9-10.

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