Martirio de Santiago (1571).
Bautismo de Cristo (1567) en el Museo del Prado.
Es este gran artista el que por primera vez se nos aparece con una versión española recia y personal del Alto Renacimiento.
"Apeles español" es llamado por Pacheco.
Su arte pertenece a un Renacimiento ya asimilado.
Sus cuadros superan el puro esteticismo y quieren ser expresivos de unas situaciones religiosas por donde se exprese toda la realidad.
Fernández de Navarrete sólo compuso temas devotos. Pero en su obra el misticismo se halla templado por un humanismo de recios caracteres.
El apodo de "Mudo" por el que se conoce a Juan Fernández de Navarrete viene motivado por haber perdido el oído y el habla a los tres años de edad, manifestando además cierta naturaleza enfermiza. Apenas existen datos sobre su vida; el padre Sigüenza considera que estudió en Roma, Florencia, Venecia, Milán y Nápoles, afirmando que trabajó en el taller deTiziano cuyo estilo se aprecia claramente en sus trabajos. Pellegrino Tibaldi afirma haberle conocido en Roma en la década de 1550 lo que avala la información del padre Sigüenza. El 6 de marzo de 1568 es nombrado pintor del rey Felipe II e inicia una serie de encargos esporádicos posiblemente debido a la delicada salud del pintor, aquejado de problemas estomacales. La entrada de Navarrete en la Corte motivó la influencia de los maestros de la Escuela veneciana cuyas obras colgaban de las paredes del Alcázar: Tintoretto y Lotto, sin abandonar esa dependencia de Tiziano que marcará su estilo. También debemos añadir cierta relación con el Manierismo lo que motivará un estilo bastante ecléctico. Su obra evoluciona hacia un mayor dramatismo y el aumento de su dominio en el empleo del claroscuro. Los trabajos para El Escorial serán lo más interesante de su producción aunque no tuvo tiempo de finalizar los encargos al fallecer en Toledo, en casa de su amigo el gran orfebre y arquitecto Nicolás de Vergara, el 28 de marzo de 1579 en plena madurez, pues contaba tan sólo 53 años.
Es considerado como una de las glorias más puras de la pintura de nuestro brillante "Siglo de Oro".
El padre Sigüenza, hablando de Navarrete, dice que "si viviera éste, ahorráramos de conocer tantos italianos, aunque no se conociera tan bien el bien que se había perdido".
El padre Sigüenza, hablando de Navarrete, dice que "si viviera éste, ahorráramos de conocer tantos italianos, aunque no se conociera tan bien el bien que se había perdido".
El rey Felipe II visitaba con frecuencia su taller. Se daba cuenta de su valía, y después de muerto manifestó el monarca que ese pintor no había sido debidamente conocido en vida. Lope de Vega en su Laurel de Apolo, le hizo un elogio exacto al decir que fue maestro insigne:
y que oponer España a Italia pudo.
Ningún rostro pintó que fuese mudo;
hasta la Envidia habló: mas era cierto
que también él habló después de muerto.
En un Epitafio le hace decir:
No quiso el cielo que hablase
porque con mi entendimiento
diese mayor sentimiento
a las cosas que pintase.
Y tanta vida les di
con el pincel singular,
que como no pude hablar
hice que hablasen por mí.
En su sintético testamento deja, entre otras mandas, seiscientos ducados a una hija natural, monja, que vivía en Segovia.
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Fuentes:
-Summa Artis (Historia general del Arte)
-WikiRioja.com
-ArteHistoria
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