CARRERAS AL TROTE
El trote es un deporte antiguo que deriva de las carreras de bigas. Ya se corrió al trote en Olimpia en el 410 a. C., aunque a este carro ligero iban enganchadas mulas. Hay que remontarse hasta la Edad Media para encontrar una raza que sea capaz de mantener durante largo tiempo esta marcha: el Norfolk, que tuvo su consagración oficial siglos más tarde, hacia 1750. Algunos años después se comenzaron a disputar competiciones regulares de pueblo, que eran más bien desafíos o apuestas entre los agricultores que tenían caballos indígenas, que utilizaban para el arrastre ligero en los campos. En la práctica, el trote se convirtió en un sustitutivo popular de los desfiles, más aristocráticos, y de las competiciones de coches de tiro. A principios del siglo XIX se corría informalmente en los pueblos de Holanda y de Bélgica, pero también en Italia donde las primeras competiciones oficiales se tuvieron en el Prato della Valle en Padua, concediéndose premios importantes por cuyo reclamo concursaban ejemplares ingleses o de la raza local Piave, enganchados a vehículos ligeros llamados le padovanelle . Era el 1808, y más o menos ocurría lo mismo al otro lado del océano, donde diecisiete años más tarde se creó en Long Island la primera pista oficial americana. En 1836 se construyó en Francia el hipódromo de Cherbourg, donde compitieron ejemplares normandos, que con los Norfolk y los Orlov soviéticos influenciaron la formación de los ejemplares americanos y franceses que siguen estando en el primer plano.
Sin duda el trote moderno no lo tuvo fácil; durante largo tiempo se consideró que esta especialidad no era una marcha connatural al caballo: "si el caballo trota libremente en el prado -se decía-, lo hace durante trechos breves, no siendo en realidad capaz de sostener la marcha y el ritmo durante las largas distancias". Ejemplos concretos en la pista demostraron muchas veces lo contrario, si bien hoy para obtener una velocidad cada vez más acelerada, sin que el caballo rompa la marcha (o bien se ponga a galopar, lo que supondría la eliminación en un concurso), se emplean muchos trucos y artificios que no tienen nada que ver con la naturalidad de este movimiento.
Comparado con el galope, el trote es seguramente más popular y el número de sus carreras en todo el mundo es mucho mayor.
El driver , que en muchos casos es también el mismo cuidador del caballo, va sentado en un sulky muy ligero, apoyando sus pies en unos estribos especiales. Por tanto, el único medio de que dispone el auriga para dar las órdenes al caballo y para controlar sus acciones son las riendas largas, aunque también puede valerse del uso del látigo, si bien con moderación.
Es evidente en este caso la importancia de tener los arreos en perfecto orden y de haber realizado un herraje en toda regla. Actualmente se seleccionan y crían en muchos países del centro y norte de Europa y en EE.UU. unos ejemplares con características especiales para el trote. Las pistas, de suelo arenoso, tienen por término medio un desarrollo circular de entre 800 y 1.000 m.
Sin embargo en Francia existen pistas más largas, con subidas y bajadas que hacen más costosa la llegada a la meta. Cada vez con más frecuencia se corre también en pistas nevadas, sustituyendo las ruedas del sulky por patines y poniendo clavos en las herraduras de los caballos. En general se dan dos vueltas a la pista, aventajando los más veloces unos metros en la misma carrera a los más lentos. En Francia se ha difundido también el trote montado, mientras que en EE.UU. se tienen carreras regulares según la marcha de ambladura, en la que se alternan en el movimiento el pie y la mano del mismo lado, en vez de los diagonales.
("El libro del Caballo" de Franco Faggiani. Páginas: 175-176. Año 1994.)
Razas de trotones:
SU BIOGRAFÍA:
Enlace
Tributo a Stanley Dancer:
Enlace vídeo
No hay comentarios:
Publicar un comentario