Publico el artículo procedente del Instituto Valenciano de la Sordera. Es un personaje singular que ha tenido una vida muy interesante con sus varias profesiones, os invito a leerlo:
"Hablo con Solveig por teléfono y desde el otro lado me llega una voz aguda muy particular, que enseguida llama mi atención, tiene un simpático acento sueco y al hablar utiliza un estudiado ritmo pausado, seguramente como consecuencia de su profesión de intérprete. Como si supiese lo que le voy a preguntar, empieza a explicarme que es sueca y que se llama Solveig Nordstromsi: N, O, R, D, S, T, R, O, M, S, I, que en sueco significa "rayo de sol torrente del norte", me aclara. Enseguida me doy cuenta que ese apellido hace honor a su forma de ser, pues aunque es ya una ancianita que ronda los ochenta y pico, su forma de hablar y lo que me cuenta irradia un torrente de energía y pasión por todo lo que hace. Es más que probable que su afición por trabajar su lado espiritual y sus viajes por todo el mundo, de los que ella misma destaca la India y Brasil, le habrán aportado esa fortaleza y serenidad que transmite.Su curriculum profesional es una prueba más de su azarosa vida, pues ha sido profesora de ballet clásico, danza folklórica y de yoga, arqueóloga, intérprete de eventos, traductora de libros y es capaz de hablar en más de diez idiomas. El carácter fuerte de Solveig le ha servido para superar muchas adversidades, como por ejemplo el hecho de padecer una disminución auditiva desde los 6 años a raíz de una enfermedad. Como ella misma dice soy "casi sorda", pero con el tiempo ha ido mejorando y ahora oye mucho mejor gracias a sus "aparatitos", concretamente lleva unos Siemens Triano retroauriculares. "La gente sabe que llevo audífonos y a veces me equivoco y se ríen, pero yo también me río." Me cuenta que no entiende cuando la gente le dice que quiere audífonos más pequeños, ya que para ella ¡sería mejor que fueran más grandes!, porque una de sus aficiones es decorar sus "aparatitos" con piedrecitas que ella misma se trae de la India. "Para mí son como unas joyas, mis pendientes". Por ello, no entiende que haya personas que no les guste y se presta para hacer charlas y conferencias para hablar de este tema. Y es que ha consagrado su vida a luchar por las causas perdidas, empezando por ella misma que tras quedarse coja en un accidente, cambió su profesión de profesora de danza por la de arqueóloga, profesión que asegura ha sido su gran pasión. Cuando llegó a Benidorm por primera vez en 1955 se enamoró de la ciudad e inició su etapa como arqueóloga investigando y defendiendo la ciudad antigua de Alicante, "Lusentum", que estuvo a punto de perderse debajo del cemento. Gracias a su insistencia y activismo la ciudad se salvó de las excavadoras y actualmente es un parque arqueológico de gran riqueza y por ello acaba de ser homenajeada. Además, fruto de esta etapa escribió "Arqueología de España", "La cerámica pintada y bíblica de la provincia de Alicante". Y su última aportación, es un libro muy especial sobre yoga que ha escrito junto con sus alumnos y que todavía no ha sido publicado: "Ananda o la suprema felicidad".
Extraordinario.... si quiere, puede seguir en los enlaces siguientes:
http://www.alicantevivo.org/2007/11/solveig-norsdtrom-un-pequeo-gorrin-en.html
http://www.ua.es/dossierprensa/2003/05/04/14.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Solveig_Nordstr%C3%B6m
Petrona Viera (Montevideo, 24 de marzo de 1895 - 4 de octubre de 1960) fue una artista plástica uruguaya. Hija mayor de Feliciano Viera, presidente de Uruguay entre 1915 y 1919. A los 2 años de edad, a causa de una meningitis queda sorda por lo que recibe educación especial en su casa. A los 18 años comienza a pintar; fue alumna de Vicente Puig y Guillermo Laborde. Será este último que la introducirá en el planismo, modalidad pictórica que toma en Uruguay las influencias de la pintura de Gauguín y Matisse. En sus últimos años se dedica al grabado, técnica aprendida con el maestro Guillermo Rodríguez, en la Universidad del Trabajo del Uruguay. La etapa planista de sus obras se extiende hasta mediados de la década de 1940; sus temas son diversos: juegos infantiles, retratos familiares, paisajes y desnudos, óleos en su mayoría. Destacan el color, la luz y el movimiento de los cuerpos. Su primera muestra individual la realiza en 1926 y participa en varias muestras colectivas en el Círculo de Bellas Artes de Montevideo. En el Palacio Sarandí participa en el "Primer Salón Femenino de Pintura" (1931), en el "Salón de Dibujo y Grabado" (1946, 1948, 1950, 1951) de la Comisión Nacional de Bellas Artes. Su obra forma parte de la exposición "100 Años de Arte Uruguayo" en Nueva York, 1989. Murió de cáncer a los 65 años de edad. 
