jueves, 7 de mayo de 2015

UN CUENTO DE CABALLEROS (ficción turfística y quijotesca)



Por el paddock (recinto ovalado donde se pasean los caballos antes de la carrera para ser observados por los aficionados) destaca entre los participantes la preciosa potranca alazana de tres años, "Haglita", que es hija del semental de moda "Caradak" y su madre "Madrileña". Es una de las favoritas en que se fija el aficionado veterano... 

- ¿Pero ésa...? -dijo Sancho Rucio- No me gusta mucho, Héctor, pues los 1.600 metros son quizá cortos para "Haglita".

- ¡Caramba, Sancho! -exclamó Héctor- Debes enfrascarte leyendo el pedigrí de esta alazana y verás cómo, ¡sabihondo!

Sancho, a regañadientes, acató lo dicho por Héctor diciendo:

- Si, señor, perdone que me tengo que ir a por las taquillas - y salió del paddock.

En la tribuna, Héctor Quijano se encuentra con otro amigo de una peña hípica que dice exclamando:

- ¡Señor Quijano! ¿Tienes algún soplo para esta carrera...? Y Héctor se sintió un poco molesto por la poca discreción del peñista , pero, maliciosamente, le recomienda que apueste por "Rocinha", una potranca castaña de tres años con actuaciones pobres, claramente mediocre, que sin embargo aceptó su amigo, el peñista, para ponerle como fijo en un trío (consiste en acertar los 3 primeros caballos en orden) junto a sus otros favoritos...

Mientras Héctor se acomoda en la grada y saca sus prismáticos pensando en su favorita "Haglita" al mismo tiempo comenzó la carrera del Premio Valderas (Poule de Potrancas) dando la salida las 12 participantes a recorrer los 1.600 metros...

Sancho coincide con el peñista que se ha puesto a mirar la carrera... Repentinamente sonó una voz muy fogosa que dice así:

- ¡Vamos, "Dulcinea"! ¡Vamoooos! ¡"Dulcinea"!

Y Héctor se quedó petrificado al oír eso; que efectivamente llegaron a la meta muy apiñadas por este orden: "Dulcinea"-"Haglita"-"Rocinha", Sancho dice al peñista:

- Vaya, ha sido una carrera muy reñida y ¡emocionante! No me esperaba que "Rocinha" pueda alcanzar el 3º puesto..., que es su mejor carrera como corredora discreta que es. ¡Ah! Mira que tengo a "Dulcinea" en mis apuestas, ja, ja, y el peñista, muy furioso, dice:

- Grrr, es que he puesto a "Rocinha" para el 1º como fijo y ¡mira! Replicó Sancho diciendo:

- Oh, no, tenías que haber puesto mejor en un trío combinado que asegura bastante el acierto ¡lástima! ¡Tienes muy buen ojo, amigo!

- No, qué va, -dice el peñista- es un soplo que me ha dado Héctor...

- ¿Ah, si? Pues vaya sabio está hecho... Bueno, vamos a hablar con el señor Quijano mientras vemos a la ganadora "Dulcinea" con sus propietarios. Ambos se dirigieron hacia el recinto de ganadores para admirar a una preciosa potranca negra de 3 años e hija de "Pyrus", otro semental muy bueno, que es muy aplaudida por el público.

Mientras, Héctor estaba muy pálido frente al terminal donde se publican los dividendos después de la carrera. Tampoco ha ganado el trío ni el ganador y dice:

- ¡He perdido un dinerito por esa rocína de marras y una negrita ganadora! Bueno, no debo enfadarme tanto que, en fin, "Dulcinea" es muy buena como mi favorita. El señor Quijano se dirigía al paddock a ver los participantes de la siguiente carrera.

- ¡Eh, Héctor! -grita Sancho al verlo entrar- ¿Has cogido algún trío?

- No, Sancho, no tengo ningún boleto ganador... ¡Ah, hola! -dijo Héctor cuando vio al peñista- ¿Y tú? Te dije que era "Rocinha" que finalmente se colocó en tercer lugar. ¿Qué? ¿Lo tienes?

Y el peñista iba a contestar, pero Sancho se adelantó diciendo:

- No lo tiene, porque ha puesto un trío en orden que era así: "Rocinha"-"Haglita"-"Dulcinea" claro al revés y le he dicho que es mejor jugar a uno combinado entre las potrancas.

- ¡Lástima, amigo! -exclamó Héctor.

- Oye, es que no me has dicho nada sobre "Rocinha" sin embargo, ¡a él si! -se quejó Sancho.

- Es que no pensaba que consiga una colocación por su historial muy discreto...

- ¡Al menos podrías haberme recomendado poner un trío combinado! -exclamó el peñista.

- ¡Mira, qué tonto eres! -dijo despectivamente el señor Quijano...

Los tres se pusieron a discutir de forma acalorada ante el asombro de los espectadores en el paddock. Después salió Héctor Quijano corriendo precipitadamente mientras es seguido por Sancho Rucio dejando al amigo peñista solo, perplejo y enojado...

- ¡Héctor no corras! -gritó Sancho.

Y tropezó con un escalón que no vio bien... Cayó pesadamente rodando por las escaleras frente a las taquillas de apuestas. Muy dolorido y disgustado, es levantado por unos que estaban presentes y testigos de su aparatosa caída. 

Desde la pista, se enteró del barullo que hay en las taquillas y se acercó a donde el origen de éste, vio a Sancho en un estado desastroso...

- ¡Oh, Sancho! ¿Qué te ha pasado?

- Es que me he caído por las escaleras mientras te seguía corriendo.

El señor Quijano se arrepintió de su actitud y acompañó a Sancho a subir a las gradas de la tribuna del hipódromo de La Zarzuela, lleno de espectadores ansiosos ante la inminente carrera...

- ¡No debes seguir como has hecho hoy con las apuestas! -señaló Sancho... Ambos se sentaron juntos para ver la sexta y última carrera mientras Héctor se quedó pensativo y bastante azorado...

 

Por Olga Paniagua Calvo.




___________Había un jugador, famoso caballero, a quien amistosamente le recomendaban sus amigos que no hiciese trampas, "Pues podréis creerme -contesto- ni aún así gano". Lo cual es la mejor prueba de que aún tomando ventajas no se juega por lucro, sino por una desdichada afición.___________

(Del libro "El noble bruto y sus amigos" de Adolfo Botín.)


Este es mi Primer Premio del Concurso de Cuentos "Quijote Sancho" por "Un cuento de caballeros", celebrado en Villarrubia de Santiago (Toledo), a 23 de Abril de 2015.


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